La verdad es que reconozco que un mentor de negocios, un consultor empresarial, la formación o un coach de negocios, tienen similitudes. A fin de cuentas, su objetivo común es que la empresa funcione mejor y genere beneficios. Pero, ¿qué hace o cómo actúa cada uno de ellos?
MENTOR:
Si sientes que tu empresa o negocio no avanza, y no sabes cómo solucionar la situación y quieres que alguien te ayude o guíe, entonces un mentor de negocios es lo que necesitas.
El mentor de negocios es una persona que te escuchará, tomará notas, verá lo que necesitas, te propondrá soluciones, diseñará el camino, estará contigo y te guiará a través de él hasta llegar al objetivo. Es una persona con una gran experiencia profesional y formativa, que aporta todo lo que sabe sobre empresa para ayudarte a llegar a tu meta.
Trabajará conjuntamente contigo. Con el mentor de negocios vas a formar un equipo. Se pondrá a ayudarte para superar el problema y estará ahí cuando necesites pedir una opinión sobre algo. Y esta última es otra vertiente que, como experto empresarial, suele pasar con bastantes clientes. Como se forma una relación estrecha entre las dos personas, el mentor termina siendo incluso algo así como un ‘consejero’.
Los problemas habituales a superar suelen ser:
- La falta de beneficio,
- falta de definición de la empresa,
- la desorientación financiera,
- el no saber qué está pasando o
- el hecho de que el empresario esté todo el día haciendo de todo y el tiempo no le alcance.
Pero el alcance del mentor de negocios es lo más amplio posible y lo que le diferencia de las otras figuras es que se convierte en tu ‘socio’ para hacer despegar tu negocio.
CONSULTOR:
¿Tienes identificados problemas identificados que no sabes cómo solucionar, o te llevaría mucho tiempo el hacerlo? El consultor te ayudará. Es alguien experto en temas concretos, cuya misión es encontrar una o varias soluciones al problema que plantees.
A diferencia del mentor, no te guía a través de la hoja de ruta diseñada para ti, te implanta o soluciona cualquier situación que entiendas que debe mejorar.
El consultor es también un experto en gestión empresarial, pero hay que destacar que no participa en la resolución del conflicto ni hace seguimiento. Lo que hace es plantear lo que debe hacer la empresa y ésta debe llevarlo a la práctica.
Suele haber consultores en diferentes áreas determinadas de la empresa, aunque lógicamente la gestión también puede ser una de ellas. Se diferencia del mentor de negocios en que éste se convierte en tu ‘socio’ y el consultor no suele hacerlo.
COACH:
¿Te gustaría dedicar tu tiempo en aprender y entender tu propia situación? ¿Sí? Pues entonces un coach de negocios es una buena solución. El coach apuesta por el entrenamiento para que los clientes adquieran una nueva visión de su empresa.
El coach no es formador, aunque lo pueda parecer, pero entre sus actividades puede haber una pequeña vertiente formativa. Sin embargo, es entrenador de tu mente, de tu actitud. Con el coach acabarás encontrando tú mismo la solución a tu problema, pero deberás invertir mucho tiempo en estudio, lectura y sesiones.
Obviamente el coach es también experto empresarial, pero desde un punto de vista generalista. No es extraño que un coach te sugiera contratar a un consultor para temas concretos.
Tampoco se implica en el día a día. Debes pensar en el coach como alguien que haga las funciones más de director general o cualquier otra figura de tu empresa.
FORMACIÓN:
¿Y cómo encaja la formación? Hacer cursos siempre es bueno, tanto para ti como para tu equipo, pero la formación te explica. No te acompaña o guía. Sin embargo, todo Mentor, Consultor o Coach tiene un alto grado de formación a sus espaldas. No se es ninguna de estas tres figuras sin tener estudios universitarios o similar. Todo lo contrario. La formación es su punto de partida.
NOTAS:
Entonces, ¿qué es lo que más necesitas?
Con el Mentor de Negocios tendrás a alguien que, conjuntamente contigo, se pondrá el mono de trabajo (te acompañará) y no parará hasta que tu empresa despegue, si ese es el objetivo. Pero eso sí, debes pensar que tú eres bueno en lo tuyo y lo tienes a él como complemento. El Mentor no viene a enseñarte cómo llevar tu negocio, viene a colaborar contigo en el planteamiento, desarrollo y gestión de todo aquello que no sea lo tuyo dentro de él. Y te dará nuevas posibles visiones que te serán muy útiles.
Para cualquiera de los casos anteriores, hay algo que parece obvio pero que a veces no pasa. Y en esos casos se estropea la relación. Y es que debes acudir a quien quieras con una mentalidad abierta. Si te limitas a pensar ‘a ver qué me va a contar sobre mi negocio’, mi consejo es que no contrates y no pierdas tiempo y dinero.
También hay que pensar que ninguna de las figuras anteriores hace milagros. No sé si estos existen o no, pero si tu negocio está viciado de origen, no los esperes. O estás dispuesto a dejarte guiar o déjalo correr. A veces ocurre que la relación se estropea por falta de visión de quien contrata.
No creas que las cuatro figuras descritas son independientes una de otra. Un profesional de este tipo suele usar técnicas de todas partes. Al final de todo, depende de cada uno, de cómo ejecute su cometido.
En mi opinión, yo siempre me considero más Mentor de Negocios. Pero también uso técnicas de coach, de consultor y formativas. Lo dicho, depende de cómo ejecute cada uno su profesión.
Así que no lo dudes. Necesitar ayuda no es ninguna vergüenza, es más bien un halago para ti, porque te has dado cuenta de que solo no vas a ninguna parte, y estás dispuesto a solucionarlo. Piensa que llevar una empresa o negocio es algo que implica soledad. Y la soledad nos asusta a todos. Tomar decisiones nunca es fácil. Así que si tienes algo más que te ayude a hacerlo bien, eso es bueno, ¿no crees?
